
Turismos de turismos.
¿Viajamos por derecho o por privilegio? Usemos el privilegio para colaborar.
Turismos de turismos,
Había leído que el turismo es un derecho humano y que este debía promocionarse al beneficiar al ser humano tanto en condición de turista como de servidor del turista. A lo que mi mente no pudo evitar crear conexiones y pensamientos críticos al respecto; y sí bien esta reflexión podría tornarse ampliamente académica la idea de este espacio para Surf & Ko es compartir sin tanta formalidad nuestras vivencias y los relatos de personas que realmente están inmersas en estas realidades y temáticas. Eso sí, antes de emitir cualquier juicio investigamos para nutrir nuestras observaciones.
Quienes defienden al turismo como un derecho están planteando el tema desde una perspectiva bastante reducida ya que la relacionan con la economía, el derecho al ocio, derechos laborales y la libertad de movimiento dentro de los marcos jurídicos de cada país, y créanme que no me sorprende esta visión de la Organización Mundial del Turismo y que incluso logro comprender el discurso. Pero cuando se desarrolla un tema en un foro mundial, partiendo de que una cosa solo tiene una sola forma, les pierdo el respeto, ya que la generalización con la que emiten sus postulaciones resalta lo que realmente les importa: crecimiento económico sin respetar la naturaleza y la generación de múltiples servicios con el aprovechamiento de la fuerza laboral barata.
Y es que hay una realidad, pero a pocos les gusta hablar de ella, porque sí hay turismos de turismos, y no se puede construir una sombrilla para proteger a todas las formas de turismo por igual, y tampoco se debe pensar en derechos humanos, cuando los principios básicos de accesibilidad a ese supuesto derecho aún no están resueltos. Si les interesase tal y como lo exponen, desarrollarían el tema en relación con derechos sociales, pero por ahí no va el asunto.
En Costa Rica, y en muchísimos otros lugares, la actividad turística ha resultado una de las grandes fuerzas de sus economías por el ingreso de divisas, la generación de empleos -aunque me pueden creer que el sector informal es mucho más grande que el formal- y la atracción de inversiones extranjeras o de capital nacional sin importar que sean en zonas naturales con importantes servicios ambientales para la biosfera.
¿Sabían que Costa Rica es popular por ser un destino sexual y que el trabajo sexual no está regulado ni cuenta con acceso a servicios de salud, pero sí esta naturalizado? ¿Sabían que hay inversiones extranjeras y nacionales que estimulan la transformación física de comunidades costeras para venderse como destinos con las comodidades de las ciudades cosmopolitas, destruyendo la naturaleza y las culturas de sus pobladores? Y estos son sólo algunos de los grandes impactos negativos del turismo.
Y bueno, en el medio de esta lógica del mercado, porque la vida sigue muchos cursos a la vez, es que deberíamos ser personas tan creativas como críticas, para operar con lo que hay, pero con las ganas de generar cambios cotidianos y, con mucha suerte, estructurales, que nos acerquen a un mejor estado de la vida para la humanidad y el planeta.
Ante estas corrientes neoliberales, ¿qué podemos hacer nosotros desde el rol del turista? Ser muy selectivos y viajar con mucha consciencia y respecto por las comunidades receptoras, conocer latitudes con una sensibilidad antropológica para que nos vean como visitantes y no como privilegiados con dinero para gastar.
Hace unas semanas, estaba en Golfito con Reinaldo y Lisa, estuvimos disfrutando de la majestuosa belleza de Golfito con los kayaks que rentan unos amigos; y ahí, en medio de los manglares y de los pájaros, coincidimos en el mismo espacio tiempo con unos delfines que estaban alimentándose. Uno de los delfines tenía una marca o mancha en su aleta dorsal y, al regresar con nuestros amigos, les comentamos el avistamiento, a lo que nos corrigieron indicándonos que es un hongo, y que ese delfín (teníamos videos) era parte de la población residente, era un delfín viejito que tiene ese hongo desde hace varios años. En ese momento, comprendí que realmente el ser turista y participar en este tipo de actividades con las personas correctas, ayuda profundamente a las investigaciones y monitoreos de vida silvestre. Si hubiésemos rentado otro kayak, probablemente no nos hubieran explicado la situación de ese delfín y la información queda en el aire, pero con nuestros amigos biólogos, esos pequeños detalles son valiosos para actualizar datos, datos que les ayudan a proteger la zona y difundir la información.
Es quizás un pequeño detalle, pero saber que como visitantes podemos colaborar mientras estamos disfrutando del destino, nos parece una manera de viajar sin culpa.
Estos mismos casos se han presentado cuando en un tour de avistamiento de ballenas o delfines, se encuentran con una tortuga marina que presenta un comportamiento no habitual, y es gracias a esos visitantes, que se logra financiar el monitoreo. En esos casos, se logra intervenir según los protocolos, para diagnosticar a la tortuga marina y proceder de la mejor manera.
De ahí, la importancia de ser muy selectivos con los servicios turísticos que adquirimos, no sólo donde sino también con quienes. Porque en este país hay muchos proyectos socioambientales que se alimentan del ofrecimiento de actividades turísticas, y necesitan de nuestra ayuda.
La discusión de si el turismo es un derecho o no, ya está en manos de las y los intelectuales, pero lo que sí está claro, es que lograr ser turista es un privilegio que podemos aprovechar para apoyar las economías rurales y contribuir con un desarrollo regenerativo de la biosfera.
Les compartimos un par de links, en caso de que haya surgido algo de curiosidad sobre el tema del derecho y el turismo:
https://www.researchgate.net/publication/315944807_Deconstruyendo_el_derecho_al_turismo
Septiembre 2016. Deconstruyendo el derecho al turismo. Revista CIDOB Jordi Gascón. Universidad de Barcelona.
28-03-2023. ¿Cómo abordar la relación entre turismo y derechos humanos? ERNEST CAÑADA | ALBA SUD